Llorar mucho, hasta tener los ojos como sapo.
Y entrar el baño, llorando.
Te miras, ves ese espectáculo y entristeces más.
El llanto, de golpe, se vuelve risa.
Te ves ridícula.
Todo por lo que llorabas se vuelve extrañamente carente de sentido, de importancia.
Y reís, y te secas las lágrimas.
{Empezas a escuchar la música de la vida y salís del baño hecha un sapo, pero feliz.}
Y entrar el baño, llorando.
Te miras, ves ese espectáculo y entristeces más.
El llanto, de golpe, se vuelve risa.
Te ves ridícula.
Todo por lo que llorabas se vuelve extrañamente carente de sentido, de importancia.
Y reís, y te secas las lágrimas.
{Empezas a escuchar la música de la vida y salís del baño hecha un sapo, pero feliz.}
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